TRABAJADOR@S DEL CECSo EN LUCHA RECLAMAMOS NUESTRO AGUINALDO

* ¿Quiénes somos?

Somos compañer@s de la facultad que accedimos a los puestos de trabajo en marzo por el lapso del año lectivo 2009 a través del sorteo y estamos en pie de lucha por nuestro aguinaldo correspondiente, que reclamamos a la Gestión de EL TREN. Nos consideramos trabajadores y trabajadoras, y no “becarios”, ya que no percibimos una beca “de gracia” sino que trabajamos a diario asalariadamente.

* ¿Cómo se trabaja en el CECSo?

Hay 46 trabajadores sorteados, que cumplimos 21 hs. por semana. Al resto de los puestos se acceden como años anteriores por cargo político miembros de la autodenominada “Gestión” del Centro, son los llamados responsables políticos que trabajan entre 4 y 7 hs. de acuerdo al espacio, cobran proporcionalmente y estaba planteado que cumplan las tareas de organización y mayor decisión en los espacios. Pese a que EL TREN habló en dos campañas de una “refundación del centro” esta es la “estructura heredada” que solo se modificó en que los espacios no se reparten por agrupaciones sino que 2 o 3 militantes de cada fuerza son responsables políticos al interior del mismo espacio.

Esta diferencia nominal pondrá luego en evidencia la tensión entre el compañerismo y un posición objetivamente desigual en el espacio de trabajo entre los mal llamados “becarios” y los “responsables políticos”.

* “¿Hasta cuándo trabajo?”

En esa primera reunión de trabajadores de MT en abril, una compañera habló de contrato, pero la mayoría no lo creímos necesario, ya que contrariamente a lo que nos achaca EL TREN, que es pensar que trabajamos en una Empresa Privada, sabíamos que no lo era.

Pero recientemente nos enteramos casi por accidente que EL TREN pretendía que dejáramos de trabajar 20 días antes de finalizar el ciclo lectivo. Esto no se comunicó oficialmente por ningún medio hasta empezado el mes de octubre, lo que es una falta de respeto para todos los compañeros que contábamos con ese mes de trabajo. Al parecer se iban a ocupar los puestos de trabajo con militantes de la Gestión, quizás para bajar costos en los meses en que se piensa habrá menos trabajo. Como explicaremos más adelante, gracias a nuestra lucha debieron reconocer que se había producido un “error de comunicación” y logramos que nos dejaran trabajar diciembre. Esto contradice la postura histórica de EL TREN de pagar vacaciones en julio cuando no se trabaja dos semanas….pero en cambio ¿dejándonos cesantes en noviembre, cuando en diciembre hay 20 días más de trabajo?

* Salarios

En marzo cobramos, no 700$ pesos, como indica el volante que sacó EL TREN, sino 525$, ya que cometieron el error de llamarnos una semana tarde para trabajar. En ese mismo volante el Tren deposita la subida del precio de la carilla en las espaldas de los trabajadores y su tardío 2º aumento (el primero se da luego de ese incidente para actualizar el salario), casi ficticio entonces ya que se dio justo cuando reclamábamos trabajar diciembre, con lo cual iban a reemplazarse entonces con 200$ (aumento octubre y noviembre) el salario completo del mes de trabajo de diciembre.

* El techo de MT y el proyecto “político”

En los últimos plenarios muchos trabajadores sorteados expresamos nuestra crítica a la inconsulta decisión (con todo el resto del estudiantado) de construir el techo de MT habiendo otras prioridades, no por el techo en sí, sino porque la justificación es que es parte del “proyecto político”, igual que el menú del día del bar de MT y lo que entra en el “proyecto”, para EL TREN, no hace falta abrirlo a la discusión. Resulta inexplicable entonces, que cuando se decidió su construcción, aún contábamos en MT con una peligrosa cocina en condiciones deplorables, con la que nos quemábamos a diario, y nadie de dicha Gestión considero esto una prioridad, como tampoco el aire acondicionado para fotocopiadora de MT, que ubicada en un subsuelo es inhumana en verano, o el necesario extractor de nuestra sede de Ramos.

* ¿Dé donde salieron la cocina, el aire acondicionado y el extractor?

Durante el Congreso ALAS la situación desbordó: sí, había un techo en el estacionamiento de MT, pero en el bar no estábamos en condiciones de hacer el plato del día, para 500 personas que venían al mismo en lugar de 50. En esos días se hizo inhumano que sólo 5 trabajadores sorteados, nos hiciéramos cargo de atender la situación que la Gestión Schuster -proponiéndose sede de un congreso masivo- generaba, cuando a duras penas puede ser sede de los estudiantes que cursamos. Así iniciamos una jornada de lucha que en principio parte de EL TREN dudaba en apoyar, y conseguimos esas herramientas reclamando fondos a Schuster y con el apoyo de los estudiantes. Sin embargo ahora la gestión nos dice que es su logro porque EL TREN ¡nos preexiste a nosotros! ¿Qué prioriza este “proyecto político” entonces? ¿Un estudiante consumidor de servicios y obras arquitectónicas?

* El “doble discurso” de la horizontalidad de EL TREN

Desde que comenzó el año, y a medida que muchos trabajadores desde los espacios reclamamos una mayor horizontalidad en el trabajo que el mismo TREN había planteado, se fue dando una dicotomía: por un lado redundó en la posibilidad de una mayor toma de responsabilidades en lo cotidiano por parte de los trabajadores sorteados: cierres de caja, stock, trato con proveedores, compras de insumos: tareas originalmente destinadas sólo a los responsables políticos que nos pusimos al hombro para que los espacios funcionaran mejor.

A la vez, somos convocados a apoyar decisiones ya tomadas en otro ámbito (el de esa misma Gestión) cuando requieren “apoyo logístico”: acordar trabajar con la gripe A, o firmar una declaración a favor de echar a Lucas, el habitante del estacionamiento (denunciado en un mail por abuso).

Pero por otro lado, se nos niega la capacidad de inclusión real en la toma de decisiones sobre sueldos, precios, y a qué se destina prioritariamente el excedente. Repetidamente a los “plenarios” con la Gestión se les negó carácter resolutivo. Así se postergaron los salarios hasta octubre, ya que se decía que el aumento de salarios implicaba un aumento de precios que nadie quería.

Pese a que cada uno de nosotros tiene su modo de pensar sobre como debería ser el funcionamiento y organización de los espacios coincidimos en el diagnóstico de que ahora EL TREN después de un año de revestirse de tibia horizontalidad retórica se ampare de nuevo en ella cuando toma sus propias decisiones políticas.

Si hubieran existido la horizontalidad y participación reales, podríamos hacernos cargo de que “no haya dinero para el aguinaldo” porque decidimos resignar un derecho por un techo, o por los precios bajos con los que se hizo campaña, pero esa instancia nunca existió para los sorteados. Quizás los responsables políticos hayan tomados esas decisiones para sí, pero nosotros concretamente no tuvimos la posibilidad, y por eso rechazamos que EL TREN iguale ahora lo que de hecho fue diferente.

Y si sólo decide EL TREN, porque considera que ha sido elegido legítimamente para cumplir tal función, que no nos responsabilice cuando hay que tomar decisiones molestas como ir a reclamar a Schuster, echar a Lucas o tener que trabajar haciendo fiestas para pagar nuestro propio aguinaldo .

A la vez EL TREN mostró un temprano malestar por los intentos de “sindicalizarse” de los trabajadores, al día de hoy cuando nos reunimos en asamblea de trabajadores hay en muchos casos una lógica de la paranoia y averiguación de lo que se habla en nuestras reuniones. Actitud curiosa para una Gestión que llama a ampliar la participación, hasta que la ve consumada.

* Aguinaldo

Este derecho ya ha sido reconocido como legítimo por EL TREN, que sin embargo alega que no contempló el dinero para pagarlo

Ya llamamos a dos instancias de conciliación con la Gestión de EL TREN. Lo único que obtuvimos es el reconocimiento de lo obvio: que el mes de diciembre es parte del año lectivo. Hicimos la propuesta, de que se pensara en pagar medio aguinaldo adeudado de julio a fin de diciembre y medio a fin de marzo (el mes donde se genera el mayor superávit), algo que no le propondríamos a cualquier patronal en una “empresa privada”).

Esta propuesta nos fue rechazada en el acto dos veces.

La inexperiencia que alega EL TREN no es excusa llegando a fin de año y no lo será el año que viene.

Ya que no existe el Estatuto que regule aún el trabajo en el CECSo, creemos que la lucha que se gana hoy, serán los derechos adquiridos de otras camadas de trabajadores del CECSo mañana.

Apoyá nuestra lucha, a favor de un Centro que sea consecuente con sus planteos. No dejemos pisotear nuestros derechos laborales por nuestros propios compañeros.